La democratización de las marcas (I): TuneCore
Hace tiempo que en Emote venimos seguiendo de cerca una marca relativamente poco conocida pero con gran éxito a todos los niveles: TuneCore, una marca que basa su éxito en un concepto de marca Low Cost. “Sell your music, not your soul” es su leitmotiv y el primer baseline de marca con el que comenzó.
Se trata de un concepto de negocio innovador en el ámbito de la distribución musical. En TuneCore, cualquier artista o grupo musical puede hacer su sueño realidad y publicar y distribuir sus singles o álbumes en las principales tiendas de descargas (legales, por supuesto): iTunes, Amazon, Spotify, MySpace Music, Emusic, Thumbplay, Imvu, Zune, Nokia…
¿Cómo funciona TuneCore?
A nivel de usuario (músico/s), es muy fácil. Te registras gratuitamente, subes tu música, diseñas tu portada, pagas (10 $ por subir una canción y 47 $ por hacer lo propio con un disco) y listo. Y después, a esperar a ver si te se ponen los ojos en forma de $$. Además, la marca ofrece servicios de asesoramiento y promoción para ayudarte a tener éxito.
Un cambio de paradigma en la distribución musical, una bofetada para las discográficas
Y ahora os preguntaréis… ¿y cuánto cobra el artista por cada canción o álbum vendido en las tiendas donde su música se compre?
Todo. Efectivamente, el artista es propietario de todos sus derechos, por lo que los royalties a percibir son el 100 %.
Eso no quiere decir (aclaración para navegantes) que ganemos por canción el importe que aparece como precio de venta en iTunes. Hemos de tener en cuenta que, aunque TuneCore no margine por cada canción vendida, las tiendas donde ésta distribuye sí lo hacen. Así que al final, los ingresos a percibir por parte del músico dependen de la política de cada tienda online; pero siempre serán el total de los beneficios que la tienda otorga a la discográfica.
El cambio que provoca en la cadena de valor del sector es considerable:
* En el modelo tradicional, las discográficas seleccionan a sus clientes (artistas) cuya música desean vender, explotar (no nos malinterpretéis, “explotar” en el sentido empresarial del término ;)) y comercializar. Éstas acuerdan mediante contrato con el músico el reparto de beneficios (en cuanto a royalties, derechos, giras, actuaciones musicales y presenciales, eventos, etc.).
* En este nuevo modelo basado en la filosofía Low Cost, el cliente (artista) escoge en qué tiendas desea vender su música. Así de sencillo. Y para ello está TuneCore como plataforma facilitadora de lo anterior.
De la misma forma que Zara lo hizo en su día en nuestro país, TuneCore ha conseguido crear un nuevo concepto de negocio adelgazando la estructura de la empresa, mejorando procesos (en su caso, utilizando las nuevas tecnologías como medio de captación y gestión de clientes) y, lo que es más importante, eliminando de cuajo una parte que para muchos es la más pesada de toda la cadena: la discográfica.
Claro está que la capacidad promocinal, marketiniana y brandera de discográficas como Sony Music o Universal no tiene nada que ver con el concepto de TuneCore: son muchos los recursos económicos y humanos que estas empresas invierten en determinados grupos o artistas. Pero también está claro que el futuro no es ese, ¿verdad?
Y no lo decimos porque sí: artistas como 3OH!3 o Jay-Z forman parte de sus clientes. No está nada mal.