Naming: mucho más que un nombre de marca (II)
¿Por qué es tan importante el Naming?
Como comentábamos en el primer capítulo del artículo, crear un nombre de marca no es una decisión trivial. Es el resultado de un trabajo estratégico-creativo que comprende desde el análisis competitivo, el estudio de las audiencias, los valores corporativos o de la marca comercial y la categoría donde operará la marca.
Varias razones hacen que el Naming sea uno de los aspectos más importantes en la estrategia de Branding.
El nombre está presente en el 100 % de las situaciones donde se expresa la marca. Efectivamente, no hay marca sin nombre.
Además, es capaz de llegar donde no llega el logotipo. La identidad visual de una marca, su logotipo, es muy importante pero no se ve en la radio, en los podcasts, en los audiolibros, en las cuñas que un presentador puede realizar (también en televisión, citando a una marca) y, lo que es más importante, el nombre es un elemento clave en Buzz Marketing. No existiría boca a oreja sin nombre de marca. Y es imposible realizarlo con un logotipo.
Por otra parte, representa el núcleo de su personalidad y la síntesis de sus atributos. Encierra la esencia de la marca. Cuando leemos, pensamos o escuchamos el nombre Bershka, tenemos muy claro qué nos ofrece y qué no nos ofrece la marca.
Es el ítem de mayor horizonte temporal de una marca. La identidad visual de una marca, su logotipo y aplicaciones, se pueden (y deben) modificar en el tiempo junto con la evolución de las propias audiencias de la marca. Volvo, por ejemplo, ha evolucionado su logotipo desde el antiguo concepto de seguridad (que constituía su posicionamiento) hacia el For Life actual, donde la seguridad es un factor mínimo de éxito en el mercado automovilístico. El nombre, sin embargo, va unido a la marca hasta el fin de la misma.
Es el elemento de mayor compromiso de la marca. Un buen nombre es un impulso para la marca. Permite ahorrar recursos, tanto en tiempo invertido como en dinero, y mejora la eficiencia de la comunicación de marca.
Y por último, aporta un valor simbólico a la marca. El storytelling, la importancia de saber crear, contar y transmitir historias en torno a una marca, es mucho más fácil con un buen nombre.