Si os preguntamos cuál es el invento por el que todos conocemos a Thomas Alva Edison la mayoría responderéis "la bombilla". Efectivamente, Edison inventó y presentó la luz incandescente un 21 de octubre de 1879. Pero nuestro amigo Thomas patentó más de mil inventos, y uno de ellos fue el instrumento de grabación y reproducción de sonido más popular durante la década de 1880: el fonógrafo.
El fonógrafo utiliza un sistema de grabación mecánico-analógica por el que las ondas sonoras se transforman en vibraciones mecánicas gracias a un transductor acústico-mecánico. Estas vibraciones mueven un estilete que labra un surco helicoidal sobre un cilindro. Y para reproducir el sonido ya grabado, se invierte el proceso. Este aparato fue el precedente del gramófono y los tocadiscos, sistemas utilizados a lo largo del siglo XX para escuchar música. De hecho, los sistemas de reproducción analógica del sonido, basados en el primitivo invento de Edison, fueron usados en todo el mundo hasta la generalización de los sistemas digitales en la década de 1980.
Hasta aquí la parte técnica del asunto, farragosa pero necesaria para comentar lo que nos interesa del tema: el proceso de creación del nombre "fonógrafo", por parte del propio Edison y sus ayudantes. Como en todo proceso de Naming, Edison no trabajó con una sola opción. Es lo que denominamos NameList, la lista que comprende los nombres propuestos y válidos para una marca. La siguiente imagen muestra, escritos de puño y letra por el mismo Edison, algunos de los nombres que podría haber tenido lo que hoy conocemos como fonógrafo:
Anchiphone = new sounder/speaker | nuevo altavoz
Electrophone = electric speaker | altavoz eléctrico
Glottophone = language sounder/speaker | altavoz de lenguaje
Kosmophone = universal sounder | sonador universal
Melodograph or Melogram = song writer | escritor de canciones
Meistophone = smallest sounder | sonador pequeño
Palmatophone = vibration sounder | sonador por vibración
Phemegraph = speech writer | escritor de habla
Rhetograph = speech writer | escritor de habla
Uno de los documentos originales manuscritos del NameList de Edison para el fonógrafo, guardados en la Thomas Edison Papers en la Rutgers University
Lo que más llama la atención de este histórico documento de Naming es que Edison se basó en yuxtaposiciones de lexemas griegos y latinos. Todos los nombres que formaban el namelist eran neologismos (palabras de nueva creación, no existentes) basados en raíces clásicas.
Otro punto interesante es que el equipo de Edison no se limitó a proponer nombres: los explicó. Es algo que hacemos en Emote en todos nuestros proyectos de Naming: junto al nombre propuesto, adjuntamos su argumentación. Nosotros ahondamos en otros aspectos a la hora de justificar el nombre, tales como la sonoridad, cadencia, valores e intangibles; Edison era inventor (no namer) pero escribió al lado de cada nombre su significado en inglés.
¿Era Phonograph el mejor neologismo para su nuevo invento? A la vista del Namelist, probablemente sí. Formado por "phono" (del griego phonos, sonido) y "graph" (palabra anglosajona, pero también proveniente del griego graphe, escritura), el nombre explica de forma concisa y descriptiva la funcionalidad del aparato: registrar de forma gráfica cualquier sonido, para luego poder volverlo a escuchar.
Hoy día muchos nuevos nombres de marca no son descriptivos: en efecto, nombres con ciertos toques abstractos tienen más posibilidades de expresar intangibles que los descriptivos. Sin embargo, no debemos olvidar que estamos hablando del siglo XIX, de un inventor y de un nombre propuesto para una patente: teniendo en cuenta estos tres factores, Edison al fin y al cabo no fue un mal namer.