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Packaging: el cuerpo de la marca (II)

Packaging: el cuerpo de la marca (II)

¿QUÉ ROPA ME PONGO HOY?

Hay una cosa que diferencia a las marcas de las personas, en cuanto a Packaging se refiere: nosotros cambiamos de ropa habitualmente; las marcas no deberían hacerlo.

Existe un concepto clave en la gestión de Packaging, muy ligado con el punto anterior: la coherencia. Como en Branding, mantenerse coherente a lo largo del tiempo es sinónimo de éxito en el mercado. Una prueba de ello la tenemos en Coca·Cola. A lo largo de su historia, la marca ha sufrido diferentes restyles en su envase. Sin embargo, la esencia de la marca no ha sufrido variaciones.

No queremos decir con ello que Pepsi, la otra cara de la moneda, hiciera mal cambiando de forma considerable su identidad visual; es de sabios saber rectificar a tiempo. Coca·Cola no necesita hacerlo, sencillamente porque ya acertó a la primera.

Todo pack se puede cambiar. Es más, muchas veces se debe cambiar. El mercado, las tendencias y las audiencias de las marcas evolucionan, y con ellas lo debe hacer su envase, modificando y ajustando ciertos aspectos visuales complementarios, pero siempre manteniendo intacta la identidad de la marca.

Naming: mucho más que un nombre de marca (y IV)

Naming: mucho más que un nombre de marca (y IV)

06. Creatividad al servicio de la estrategia. Aun teniendo un nombre muy largo, I can’t believe it’s not butter (Unilever) es la marca líder en U.S.A. en la categoría de sustitutivos de la mantequilla.

A veces es mejor sacrificar la sencillez del nombre en beneficio de una mayor diferenciación versus la competencia.

07. La primera vez suena peor. Nunca podemos comparar un nombre existente desde hace años en el mercado con un nombre recién creado.

El efecto tiempo no debe darnos por vencidos, ya que el consumidor siempre pondera por encima una marca que conoce desde hace más tiempo, por razones de familiaridad.

Naming: mucho más que un nombre de marca (I)

Naming: mucho más que un nombre de marca (I)

Ayer tuvimos un gran debate en Twitter sobre la entrevista de Brandemia a Jacob Benbunan (Saffron) y, concretamente, sobre sus palabras cuando se le pregunta acerca del Naming. Esto, tal cual, es lo que opina Jacob: 

El naming no es nada importante, empecemos por donde hay que empezar. Cualquier nombre vale. Y el que me lo quiera rebatir que me explique por qué alguien dice que un naming tiene que ser diferenciador y existe una compañía que se llame General Electric o American Airlines.

Si alguien dice por qué un nombre tiene que ser pequeño, que venga y me explique por qué existe un nombre como Price Water House Coopers. Si alguien quiere decir que un nombre tiene que ser fácil de escribir y de pronunciar, que me explique qué pasa con Häagen Dazs con Schweppes. Si alguien dice que no puede tener connotaciones negativas que me hable de Rabobank o Virgin Atlantic… y son todas marcas de mucho peso.

Como en EMOTE nos gusta llevar la contraria, siempre desde el respeto y con ánimo de generar debate brandero, hemos pensado que, sólo a veces, una imagen vale más que mil palabras.

 

Una de Naming: CaixaBank vs. CatalunyaCaixa

Una de Naming: CaixaBank vs. CatalunyaCaixa

El pasado 27 de enero se hizo público que La Caixa se transforma en CaixaBank, convirtiéndose en el décimo banco por capitalización bursátil de la Eurozona. El impacto fue notable: a los ojos de un financiero, Criteria (la sociedad cotizada de La Caixa que cederá el testigo a CaixaBank) subió un 3,18 % en bolsa; a los ojos de un brandero, CaixaBank fue trending topic en Twitter durante todo el día, ocupando el tercer puesto en el ranking de temas más mencionados.

Así que la caja catalana de toda la vida ahora cambia de nombre. ¿A qué os suena el tema? A mí también, ya que hace unos meses asistimos boquiabiertos a todo un ejercicio de inteligencia semántica, una alteración de los factores que provocó un efecto de magia increíble: Caixa Catalunya se convertía en CatalunyaCaixa, tras fusionarse con las cajas de Tarragona y Manresa.

Sin embargo, a nivel de Naming, los dos casos son tan diferentes como el estilo de juego del Barça y el Madrid; vamos, nada que ver, ni en el concepto ni en la ejecución.