Tras los lanzamientos de HTC Touch Diamond, Samsung Omnia, Nokia 5800 XpressMusic y Sony Ericsson Xperia X1 (por cierto, ¿alguien sabe con qué agencia trabaja Sony Ericsson sus proyectos de Naming?) RIM no iba a ser menos. Este otoño saldrá a la venta su nueva BlackBerry Storm, destinada ahacerle la competencia al archinotorio iPhone (fuente: El Mundo).
Lo curioso del tema es que este nuevo dispositivo no es 100 % asimilable al gadget de Apple: la Storm cuenta con ClickThrough, la interfaz “equivalente” al MultiTouch de iPhone, pero no se ha despojado del todo de esos botones de plástico por los que es famosa. Es, de hecho, un dispositivo híbrido.
Tecnológicamente dista bastante del potencial del iPhone, aunque no es el objetivo de este blog entrar en aspectos técnicos. Lo que sí es digno de mención es el ya confirmado efecto llamada que se suponía podía crear Apple cuando presentó su teléfono móvil. ¿Debe temer el gigante de Cupertino ante tal afluencia de amigos en la categoría?
Ciertamente, no. Porque iPhone es la primera marca de una categoría que no existía: teléfonos móviles multitouch. O dicho de otro modo, iPhone creó la categoría. Sí, un iPhone es mucho más que eso, pero así es como la mayoría de consumidores lo encuadran en su mente. Cuando una marca es pionera en la categoría, debería recibir con los brazos abiertos a su competencia.
Un ejemplo sencillo. Una persona va a comprar a un supermercado y, como nos ocurre a casi todos, tiene en mente más o menos las cosas que tiene que comprar. Esas cosas son categorías de producto / servicio. Pongamos que sólo tiene que comprar fruta y, cuando llega al lineal, encuentra las variedades que tenía en mente: naranjas, manzanas y peras. Nuestro consumidor compra semanalmente, así que conoce bien los tipos de fruta que puede encontrar. Siguiendo con nuestra metáfora, conoce el mercado de la fruta, que incluye a las tres categorías que suele buscar.
Pero un buen día llega al sector de la fruta y se encuentra una nueva marca que vende Piña. Para nuestro consumidor, esta marca no estaba en su Shortlist. Pero siente curiosidad y la prueba. Ha creado una nueva categoría en su mente, por lo que su mercado potencial (el de la Fruta) ha crecido. Otros consumidores también han probado la nueva marca de Piña y el Supermercado ha notado un incremento en ventas. Pero todavía existe un grupo de clientes reacio a probar la piña, porque nunca antes había estado ahí, y porque sólo tienen una marca que escoger.
Con el tiempo, el supermercado que suele frecuentar ofrece tres marcas más de Piña. Aquellos consumidores potenciales pero reacios empiezan a pensar que, si ya hay cuatro marcas que venden “lo mismo”, “esto debe ser bueno”. Y las ventas de Piña siguen creciendo.
¿Ha perdido la primera marca que ofrecía piña market share por tener competidores? Seguramente algunos de los primeros consumidores de la marca (early adopters) se han pasado a la competencia, pero otros muchos no lo han hecho porque la asocian directamente con la categoría: fue su primera experiencia. Hipotéticamente la primera marca ha mantenido su cuota de mercado. Pero, ¿qué ha ocurrido con las ventas?
Han aumentado exponencialmente. Porque aun manteniendo la misma participación de mercado, ese mercado ahora es mucho mayor. Es como si nos ofrecen el mismo porcentaje de un pastel para dos personas o de otro para veinte: la porción es la misma; la cantidad es mucho mayor.
iPhone no tiene nada que perder sino mucho que ganar. Por mucho que BlackBerry intente crear dispositivos para competir directamente con el dispositivo de Apple, el iPhone siempre será el líder de la categoría: porque fue el primero, porque su marca se asocia directamente a multitouch (versus BlackBerry, asociada a botones de plástico) y porque iPhone no tiene extensiones de línea.
Demasiados argumentos branderos para que BlackBerry le haga algo más que cosquillas al gadget más deseado.